Tiempo Ordinario – Año Par - Jueves 25ª semana



Ecl 1, 2-11.
Sal 89
Lc 9, 7-9.
 
            En muchas pinturas y esculturas cristianas aparece representado un santo con una calavera en la mano. Ello no es debido a una moda de la época o a un gusto por lo macabro. La vida cristiana es una vida auténtica, y no se puede edificar una vida con sentido basada en una mentira. La mentira de la seguridad, la mentira de que somos eternos, la mentira de que a nosotros no nos pasará nada. El Eclesiastés es una iluminación potente para ponernos en la Verdad, en la precariedad de la vida, en la inconsistencia de una vida vivida en lo superficial. Conviene recordar las palabras de Jesús: “Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres” (Jn 8, 32). 
 
            El salmo nos invita, si hemos descubierto nuestra fragilidad, nuestra precariedad, nuestra verdad, a poner nuestra vida en lo único seguro, lo único que no falla: la misericordia, la bondad y al mor gratuito de Dios y a pedir que el Señor nos sacie de ello. A buscar el rostro de Dios, a buscar a Jesucristo.
 
            Pero a buscarlo, no como Herodes en el Evangelio, por curiosidad, por aburrimiento, desde una vida de apariencia y engaño, sino de verdad, con todo el ser, como lo buscaron Zaqueo, Bartimeo, María Magdalena, …. 

Comentarios

Entradas populares