Tiempo Ordinario – Año Par - Martes 27ª semana

Gal 1, 13-24
Sal 138
Lc 10, 38-42.
 
            En la 1ª lectura San Pablo nos hace un resumen de su historia. Como en nuestra vida, hay momentos de todo: idas y venidas, cambios en la forma de ver las cosas y en la forma de actuar, pruebas, alegrías, decepciones… 
 
Pero una historia con un protagonista mayor que el mismo Pablo. Una historia con sentido. Hay un designio de salvación, un plan de salvación de Dios para Pablo y para otros muchos gracias a la conversión de Pablo. Y Pablo va descubriendo y ajustando su vida a este Plan de Dios. 
 
¿Qué plan tiene Dios para mí?  
 
            Ante todo, que lo acojamos, como Marta y María en el Evangelio; pero acogerlo no tanto para ver qué podemos hacer nosotros por él, como Marta. Sino esperando recibirlo todo de Él. 
 
Desde la pobreza, como María, como San Francisco, cuya fiesta celebramos hoy. El Señor le hizo ver el don inmenso de conocer la pobreza y abrazarla, poque de los pobres es el Reino de los Cielos. La Pobrezas que nos permite ver que Él es el único que tiene Palabras de Vida Eterna y nos pone a la escucha de esta Palabra.
 
Esa Palabra que quiere iluminar nuestra historia y hacernos ver, como nos recuerda el Salmo, que Dios nos conocía y nos amaba ya desde el seno materno y que siempre está pendiente de nuestras entradas y salidas.