Tiempo Ordinario (Impar) Viernes semana 02
Hb 8, 6-13.
Sal 84
Mc 3, 13-19
La primera lectura proclama hoy que Jesucristo es el Sumo Sacerdote de una Nueva Alianza de Dios con los hombres. La primera Alianza, la del Sinaí, estaba basada en la Ley: los mandamientos que Dios da a su pueblo por medio de Moisés son el camino a la Vida; si los cumples, vivirás, te salvarás; si no los cumples, si te apartas del Camino, te perderás, morirás, te condenarás.
Si esta Alianza hubiera servido, no habría sido necesario que Cristo se encarnara y diera la vida por nosotros. Pero nosotros no somos capaces de cumplir esa primera Alianza; el corazón del hombre está enfermo y necesita una curación, una sanación. Por eso, Cristo viene a traer una Nueva Alianza basada en la Fe. Si crees en el amor gratuito de Dios, si crees en el poder de Cristo resucitado para perdonarte, para cambiar tu corazón, para darte su Espíritu, si invocas el nombre del Señor te salvarás.
El Salmo, nos invita a invocar este nombre del Señor, a pedir que Él nos muestre su misericordia y nos dé la salvación. La justicia, el ser justos, es un don gratuito de Dios que nos da la lluvia de sus bendiciones para que podamos dar fruto.
El Evangelio nos anuncia la Buena Noticia de que es Jesús, ese Sumo sacerdote, nos conoce y nos elige a cada uno por nuestro nombre, como hizo con los apóstoles. Es importante tener siempre presente que no somos nosotros quien hemos conocido y elegido a Jesucristo; es Él, quien como Buen pastor que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre, Él nos ha elegido y nos ha llamado a ser colaboradores suyos, testigos suyos, miembros de su Cuerpo.
Sal 84
Mc 3, 13-19
La primera lectura proclama hoy que Jesucristo es el Sumo Sacerdote de una Nueva Alianza de Dios con los hombres. La primera Alianza, la del Sinaí, estaba basada en la Ley: los mandamientos que Dios da a su pueblo por medio de Moisés son el camino a la Vida; si los cumples, vivirás, te salvarás; si no los cumples, si te apartas del Camino, te perderás, morirás, te condenarás.
Si esta Alianza hubiera servido, no habría sido necesario que Cristo se encarnara y diera la vida por nosotros. Pero nosotros no somos capaces de cumplir esa primera Alianza; el corazón del hombre está enfermo y necesita una curación, una sanación. Por eso, Cristo viene a traer una Nueva Alianza basada en la Fe. Si crees en el amor gratuito de Dios, si crees en el poder de Cristo resucitado para perdonarte, para cambiar tu corazón, para darte su Espíritu, si invocas el nombre del Señor te salvarás.
El Salmo, nos invita a invocar este nombre del Señor, a pedir que Él nos muestre su misericordia y nos dé la salvación. La justicia, el ser justos, es un don gratuito de Dios que nos da la lluvia de sus bendiciones para que podamos dar fruto.
El Evangelio nos anuncia la Buena Noticia de que es Jesús, ese Sumo sacerdote, nos conoce y nos elige a cada uno por nuestro nombre, como hizo con los apóstoles. Es importante tener siempre presente que no somos nosotros quien hemos conocido y elegido a Jesucristo; es Él, quien como Buen pastor que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre, Él nos ha elegido y nos ha llamado a ser colaboradores suyos, testigos suyos, miembros de su Cuerpo.
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