Navidad 2023


         


                                     
Navidad 2023 (Para las 3 eucaristías)


Felicidades, hermanos, de todo corazón. Somos realmente afortunados de vivir esta noche santa (este día santo). Acojamos hoy el anuncio de los ángeles que anuncian la Gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo, en el rostro de este niño que se nos da y que nos trae la Paz.

 

            Esta noche (este día) que nos reconcilia con nuestra humanidad.

-       Ante el misterio que celebramos no podemos menos de exclamar: “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?” ¿Quién soy yo, quiénes somos nosotros para que Dios nos amé de esta manera? ¿Para que Dios venga a mi con esa suavidad, con esa ternura, con esa misericordia

-       Basta con escuchar las noticias en la radio o en la tele para sentir vergüenza por la humanidad: guerras, explotación, maltratos, corrupción, robos, asesinatos.

-       Pero basta con mirar sinceramente en nuestra interior para sentir vergüenza de nosotros mismos. Nos es muy difícil aceptar la realidad del hombre, aceptarnos a nosotros mismos. 

-       Necesitamos que alguien nos ame gratuitamente para poder amarnos y amar. Por eso, la celebración de hoy es una declaración de amor del ser más hermoso que, aunque parezca imposible, está enamorado de nosotros. Mi madre a veces decía: “Soy fea, pero un guapo me desea”. Somos feos, pero todo un Dios nos desea. Como dice la Oda 7ª de Salomón: “Te hiciste como yo para que yo te recibiera y así no tuviera miedo al encontrarte a ti, el Inmortal, la plenitud de los tiempos”.

 

            Esta noche (este día) que con la reconciliación nos abre el Camino hacia la Paz. 

-       La tradición cristiana nos ayuda a recordar que estamos en Pascua con la felicitación propia de estas fechas: “Felices Pascuas de Navidad”

-       Cristo, que es el Camino, nos invita a acompañarlo en el itinerario Pascual. 

-       A acompañarlo en su Kenosis, en su camino de abajamiento, de humillación por amor, que empieza ya hoy: “El cual siendo Dios no retuvo ávidamente su divinidad, sino que se hizo hombre”.

-       Y hacerse hombre es aceptar que nacemos para morir. Tantos artistas han pintado a la cuna del pesebre y sus pañales en paralelismo con el Sepulcro y las vendas. Las maderas del pesebre con los maderos de la cruz. Uno de los reyes le ofrecerá la mirra, los “aromas” que las mujeres llevarán al sepulcro.

-        Pero desde esa cruz, desde ese pesebre, el Señor brilla el amor de Dios y ese amor atrae a todos hacia Él: a los pastores, a los magos, y a toda la humanidad representada en las figuras del presente.

      

            Esta noche (este día) que proclama que el Hijo de Dios se hace hombre, para hacer de nosotros, hombres, Hijos de Dios.

-       Junto al Niño Jesús en la cuna hemos colocado las Escrituras, abiertas en el capítulo 1 del Evangelio de Juan para recordarnos que la Palabra: esa Palabra que es la Luz, la Vida, esa Palabra Creadora y Salvadora se hizo Carne.

-       Se encarnó para que, en nuestra carne, pudiéramos acoger esa Palabra capaz de engendrar en nosotros Hijos de Dios.

-       Hoy acogemos de nuevo esa Palabra y renovamos ese Bautismo que nos hace Hijos de Dios.

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